La era de la IA puede ser una era post-social

Desde que Elon Musk jugó con ese sí-fue-o-no-fue saludo nazi ante todo el mundo, mi presencia en X se redujo a lo mínimo necesario (que ahora mismo es consultar el estado del servicio ferroviario de mi zona ya que la empresa responsable sólo usa ese canal para dar avisos actualizados). Lo mismo me ha ocurrido con Instagram, fruto de ver cómo tras esa cara de majo de Zuck hay esa persona capaz de cambiar la normativa de sus redes para que llamar “inferiores” a ciertos colectivos no supusiera problema alguno. Desinstalé las aplicaciones y navego desde Safari cuando aparezco por ahí.

La decisión fue abrupta y lo confieso: a veces echo de menos ciertas interacciones. Pero al mismo tiempo no puedo evitar estar decepcionado viendo como la buena parte de usuarios de esas redes han seguido como si nada. Obviamente esto es una opinión y el trabajo de seguir las audiencias es el que es, pero aún así lamento hasta qué niveles ha podido llegar la indecencia y hasta qué niveles se ha permitido. La base de usuarios tanto casuales como profesionales ha preferido hacer gimnasia mental y justificar lo que a mí me parece absolutamente injustificable. Hay que estar ahí. Pues mira, me niego.

La alternativa para aquellos que hemos decidido huir de este escenario son BlueSky y Mastodon entre otros. Tienen bases sólidas y más garantías, aunque no han conseguido retener a demasiadas personas más allá de algunos colectivos y también tienen ciertas críticas de haberse convertido en cámaras de eco. Recomiendo este episodio del Podcast Protocolo para obtener más información:

Su forma de ser, precisamente evitando cualquier algoritmo adictivo, hace que mi tiempo consultando esas redes sea muy poco. Eso es lo que las hace saludables: decirte que cuando ya has consultado lo que han dicho tus amigos, puedes cerrar la aplicación y hacer otras cosas. 

De todas formas, hay otro fenómeno a contar en la ecuación: los usuarios cada vez comparten menos cosas. Lo refleja este vídeo de la BBC, donde Kyle Chayka comenta un artículo esctiro por él en el New Yorker:

A grandes rasgos, el algoritmo está tan lleno de anuncios y prioriza de forma tan sesgada que los jóvenes dejan de ver un beneficio al usar esas redes. ¿Para qué compartir mis impresiones de algo si nadie le va a prestar atención? En palabras de Alexelcapo, o publicas contenido bajo varias capas de ego e ironía o no vas a destacar. Lamentablemente.

Así que quizás no hay que (solamente) considerar la decadencia de las principales redes sociales si no que también hay que considerar nada menos que el fin de todas esas redes tal y como las conocemos. Sí, Mastodon y Bluesky tienen buenas intenciones buscando recuperar un entorno más sano, pero a lo mejor estamos demasiado cansados y frustrados con esas redes. La gente prefiere comunidades cerradas y tranquilas basadas en mensajería, sin el factor adictivo. Y que esto lo hagan los jóvenes es esperanzador.

Será interesante ver qué ocurre en el futuro. No sólo ya por este aparente cambio a la hora de usar las redes, si no por la entrada de la IA generativa en el meollo. Algo me dice que las cosas van a cambiar mucho en los cinco próximos años, y de los usuarios depende de que esos cambios desemboquen en algo más mentalmente sano.


Comentarios

Una respuesta a «La era de la IA puede ser una era post-social»

  1. Una reflexión muy acertada. En mi caso empiezo a estar cansado de RRSS. Vuelta a las comunidades.

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