Ha sido muy curioso ver, por primera vez, la presentación de un iPhone sin trabajar en un medio que informe de ello a todo detalle. No he estado tan atento al alud de rumores, he disfrutado más del evento en sí y puedo decir mis impresiones con la cabeza en frío, sin necesitar tanta inmediatez. Feels good, man.
Si me dices que el evento ha sido mediocre, puedo estar de acuerdo contigo. Javier Lacort lo ha dicho muy bien: el iPhone es un producto de alta madurez tecnológica y se ha llegado a un techo. Ya cuesta mucho innovar sin pasar a algo plegable. El mayor cambio es un botón extra para poder utilizar la cámara mejor, y en Europa tendremos que esperar a que Apple Intelligence pase por el aro de las regulaciones. Un gran meh, supongo.
¿Los AirPods? La actualización coloca la gama acorde con la ley europea que obliga a todos los dispositivos a llevar conexión USB-C. Una buena parte se la llevan los nuevos AirPods 4, con un precio bastante razonable y con una diferenciación entre un modelo sin cancelación de ruido y otro que la incluye. Pero las mejoras no son demasiado revolucionarias que digamos. Vamos, hombre, los AirPods Max se merecían una puesta al día más decente, ¿no crees?
Y sobre el Apple Watch, se agradece que el Series 10 sea más delgado y ligero pero más allá de eso no hay una gran evolución. Ese cambio de diseño que se ha venido rumoreando no termina de llegar, aunque también te voy a decir que a lo mejor es culpa nuestra por fiarnos tanto de los rumores, amic.
Ahora bien, cuidado. Sí, podemos haber asistido a un evento de Apple que no va a ser precisamente recordado. Pero hay dos mejoras que se han comentado discretamente y que yo creo que van a impactar a muchas personas. Mucho más de lo que podemos creer. Y ahí Apple lo ha bordado.
Primero, las funciones de audífono con calidad médica en los AirPods Pro 2. En países como Estados Unidos, unos audífonos médicos pueden costarte miles de dólares. Miles. Esos AirPods Pro 2, de repente, pueden ayudar a muchísimas personas convirtiéndose en un producto «médico» que te cuesta 249 dólares. Y no estamos hablando de un nuevo modelo de AirPods Pro 2, no: esto llega como actualización de software gratuita.
Segundo, la detección de apneas de sueño. Bravo. La presentan en el Apple Watch 10, y la anuncian para los Series 9. De repente, millones de personas (¡millones!) podrán descubrir que tienen apneas cuando hasta ahora ni se habían dado cuenta. De repente, todos los propietarios de un Apple Watch se convierten en pacientes que se someten a una prueba a un nivel que jamás ningún estudio médico puede haber conseguido. ¿He dicho ya Bravo? Pues lo digo otra vez.
Esta keynote ha sido genial para nuestra salud y es para quitarse el sombrero ante Tim Cook. Espero que la detección de glucosa en sangre de forma no invasiva siga estando entre los planes de futuro, porque eso sí que sería una de las mayores revoluciones de Apple en los últimos años.
Termino volviendo al asunto del USB-C para señalar un detalle: en diciembre ya será obligatorio en todos los dispositivos, y aún tenemos accesorios como los Magic Keyboard, Magic Mouse y Magic Trackpad con conexión Lightning. Y eso significa que en octubre o en noviembre veremos como mínimo un cambio de ese puerto. Mi apuesta es que veremos una keynote otoñal en la que aparecerán el nuevo Mac mini reducido y en la que se aprovechará para introducir esos accesorios.
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