El iPhone 16e ha supuesto muchas cosas. Ha supuesto el fin de los iPhone pequeños, el fin de los iPhone baratos, el fin de Touch ID y el fin de las pantallas LCD en los iPhone entre otros. Y puede suponer también un cambio de estrategia de venta interesante.
Hasta ahora, el iPhone más económico de Apple se ha ido renovando cada dos o tres años, con unas especificaciones comedidas, pensando siempre en aquellas personas con presupuestos modestos que aún así quieran entrar en el ecosistema de la manzana.
Pero este cambio de nombre de la gama “SE” a “16e” hace que piense: ¿vamos a tener un modelo “e” en cada generación de estos teléfonos? ¿Se renovará cada año y veremos un “17e”, “18e” y sucesivos? Quizás en Cupertino quieren probar suerte y ver si aún con las críticas del precio del iPhone 16e logran mejores beneficios que con la extinta gama SE.
Supongo que el iPhone 16e será una prueba de ello y que en el Apple Park reaccionarán dependiendo de las cifras de ventas. Pueden bajar el precio, pueden lanzar un 17e en 2026 con mejores especificaciones y así mejorar las reseñas… y no lo pensamos, pero todo esto se está haciendo ya pensando en el futuro del iPhone a largo plazo que irremediablemente pasará por terminales más delgados e incluso plegables.
De momento, a mi parecer, el iPhone 16e es un terminal que no recomiendo. Puestos a gastarse 709 euros, mejor gástate 250 euros más y ve a por el 16. Veremos si el público general piensa como yo o me equivoco y Apple encuentra una nueva fuente de ingresos.
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