Sobre la posibilidad de un ‘iPhone Air’ y sus sacrificios

El iPhone ha sido y sigue siendo el producto estrella de Apple desde hace ya muchos años. Representa el pilar principal de ingresos de la compañía, así que no es de extrañar que su gama de modelos vaya cambiando para intentar ajustarse a las principales demandas de los usuarios. Lo hemos ido viendo con la aparición de los modelos ‘Pro’ y la aparición y desaparición de los modelos ‘mini’.

En 2025 podríamos asistir a otro de esos cambios si hacemos caso a los rumores: la aparición de un nuevo modelo a medias entre un iPhone estándar y un Pro llamado ‘iPhone Air’. Algo que siga la filosofía del MacBook Air original y ofrezca un equilibrio entre potencia y ligereza/delgadez. Dicho rápido y mal: un iPhone fino de cojones. He aquí un concepto hecho por Apple Hub:

Me parece que la idea tiene cierto sentido. Yo mismo pasé de tener un iPhone 13 Pro Max a un iPhone 15 Pro para poder tener algo más pequeño y cómodo, y Apple me convenció cuando en la keynote se dijo que el 15 Pro era el iPhone ‘Pro’ más ligero de la historia gracias a su nuevo acabado en titanio. Quería dejar de tener un ladrillo enorme en mi bolsillo.

La propuesta de un iPhone que lleve esa reducción de peso y grosor a mínimos puede hacer que me dé otra vez la calentada de cambiar de iPhone si mis finanzas me lo permiten, así de claro te lo digo. Estamos hablando de un dispositivo que uso centenares de veces al día y llevo siempre encima. Cuanto menos estorbe/pese/ocupe, mejor. Ahora bien, antes de tomar esa decisión hay que ver qué sacrificios hace Apple para poder ofrecer ese terminal.

Porque sí, tiene que haber sacrificios. Si se lanza, un ‘iPhone Air’ va a tener que hacer recortes en sus especificaciones:

  • Una cámara simple, que deje de ofrecer tantas posibilidades fotográficas como las lentes múltiples del resto de modelos.
  • Un chip algo más ajustado en rendimiento, aunque el suficiente como para lidiar con Apple Intelligence.
  • Casi seguro que vamos a tener una menor autonomía, ya que se tendrá que reducir el volumen de la batería para que quepa en menos espacio.

¿Estarán dispuestos los usuarios a hacer esos sacrificios para poder tener un iPhone más fino? Está por ver. De la experiencia que he visto con mis clientes puedo decir que con las cámaras no va a haber demasiado problema: una gran mayoría de personas no sabe exprimir bien las lentes de sus iPhone Pro ni necesita toda esa calidad en sus fotografías del día a día.

Quizás el mayor sacrificio de este iPhone Air es la batería, y opino que es en lo que Apple deberá invertir más esfuerzos de márketing si la reducción de autonomía es grande. La compañía se juega que ese terminal sea el punto de partida para la evolución de su producto estrella, o sea simplemente otra “rama” caduca como lo fueron los iPhone mini.

Dicho todo esto, y aún con todos los posibles inconvenientes, la posibilidad de un ‘iPhone Air’ me llama la atención. Veamos si algo así se hace realidad en once meses.


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