Brendon Bigley ha escrito (me entero vía MacStories) lo que me parece algo clave para entender el cambio que supone la llegada de emuladores como Delta en la App Store y/o en AltStore dentro de la Unión Europea:
Delta siempre ha representado lo que un desarrollador de aplicaciones con talento puede llegar a hacer si la App Store fuese sólo un poco más abierta. Es en ese espacio de posibilidades donde probablemente ya no vuelva más a Android.
Ahora que la App Store ya no puede ser la única tienda de aplicaciones presente en los iPhone, los primeros pasos que los emuladores han dado en la plataforma han venido acompañados de anuncios, tracking excesivo y una calidad mejorable. Delta acaba de dar un golpe en la mesa demostrando que un emulador puede estar muy bien hecho y estar presente oficialmente en el iPhone.
Dudo si este tipo de aplicaciones y tiendas serán usadas por un público general que probablemente ni se ha percatado de este cambio en sus iPhone, pero por mi parte no me ha costado prácticamente nada gastarme los 1,84 euros anuales de la suscripción anual a AltStore. Quizás la comunidad de desarrolladores puede hacer que este tipo de aplicaciones hechas más por amor al arte que por otra cosa provoquen cambios en una App Store llena de anuncios, compras integradas y suscripciones. No es pecado ser optimista y tener esperanza.
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