Las reseñas concuerdan con lo que auguraban las primeras impresiones: el Mac mini M4 es un ordenador redondo. Pequeño, potente, con puertos a cholón y una memoria base de 16 GB. Si queréis mi opinión, creo que es uno de los mejores Mac de la historia en relación calidad/precio, siempre que no busques ampliarlo demasiado. Bien jugado, Tim.
Pero como casi todo gadget de Apple, siempre tiene que haber algo de polémica. A algún lumbreras de Cupertino se le ha ocurrido poner el botón de encendido de ese nuevo Mac mini en la base. Antes estaba detrás, lo que no me parecía mal por una cuestión de diseño y estética.
Claro, eso significa que para encender el Mac mini debes levantar una de sus esquinas para poner el dedo debajo, palpar el botón y pulsarlo. Qué quieres que te diga, no me parece adecuado. Los que defienden que no es un problema argumentan que no hace falta apagar los Mac, que los chips Apple Silicon ya han convertido ese gesto en algo obsoleto y que esos ordenadores pueden estar permanentemente encendidos.
No. Educadamente discrepo.
Verás, si este humilde blog se hubiera rendido a los algoritmos de Google, el título de este artículo se titularía «Llevo 14 años ayudando a la gente con sus Mac y sí, hay que apagarlos«. Que no es un titular que mienta, pero básicamente Google puede irse a tomar vientos por lo que a mí personalmente respecta, ya sabes.
Mi trabajo consiste, principalmente, en ayudar, formar y asesorar a individuales y empresas sobre cómo sacar el mayor partido de sus dispositivos Apple. Casi todos mis clientes son usuarios generales, personas que no tienen grandes conocimientos de informática ni les interesa tenerlos por falta de tiempo o por otros motivos.
¿Qué es lo que me encuentro cada vez más con los Mac? Pues a usuarios que no lo apagan nunca, y que por lo tanto tienen su iMac o MacBook con una sesión que lleva (literalmente) años encendida. Y esa sesión es un desastre. Lentitud generalizada en el sistema, errores que no parecen tener un origen claro y una sincronización de iCloud sumida en el caos.
Ante esta visión, lo primero que le digo a mis clientes es: «¿Cuánto hace que no apagas el Mac?» La respuesta a eso siempre es «Ah, ¿hay que apagarlo?». Y oh, sorpresa: tras salir de todas las aplicaciones, desactivar la opción de reabrirlas al iniciar sesión y hacer un reinicio del Mac, de repente todo pasa a ir como la seda. Las aplicaciones funcionan bien, los archivos se sincronizan en cuestión de pocos minutos y la morralla del sistema se limpia.
Y ojo, que esto me está ocurriendo tanto en los Mac con chip Intel como con los que llevan un chip M1 o sus sucesores. Dado a lo que veo en mi día a día, no puedo hacer más que recomendarte que apagues tu Mac. Tenga donde tenga el botón. macOS es un muy buen sistema operativo, pero no es infalible. Como mínimo, como minimísimo, cierra la sesión cerrando todas las aplicaciones.
¿Cuando tenemos que apagarlo? Pues yo siempre recomiendo que lo hagas cuando te vayas a la cama. Aunque siempre puedes apagarlo una vez a la semana durante una noche, a modo de mantenimiento. Pero no hay excusa, sobre todo ahora que los Mac arrancan en cuestión de pocos segundos. Créeme que estoy muy acostumbrado a ver las consecuencias de mantener un Mac permanentemente encendido, y no son buenas.
Y sí, creo que ese Mac mini debería seguir teniendo el botón en un sitio más accesible. Si sólo tienes tiempo de ver/leer una sola reseña, recomiendo la de MKBHD.
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